July 27, 2020
Océanos más transparentes para una pesca sostenible
La situación que vivimos, producto de la intervención humana en la naturaleza, nos brinda una oportunidad única de replantear nuestra relación con el planeta. La invasión de espacios naturales y la explotación indiscriminada de recursos, son temas que requieren de atención inmediata, en este contexto, analizaremos en el presente artículo a la transparencia como instrumento para una gestión más sostenible de los recursos pesqueros.
Por mucho tiempo se ha visto a los océanos como una fuente inagotable de recursos, sin embargo, el calentamiento global, la contaminación y la pesca en exceso generan un panorama adverso. Datos de la FAO muestran que en 2016 la producción mundial en el sector de la pesca fue de más de 90 millones de toneladas y 33.1% de las poblaciones de peces están sobreexplotadas.
Los impactos ecológicos son preocupantes; habiéndose generado una reducción drástica en las poblaciones de peces, lo cual conlleva efectos sociales, económicos y amenaza la seguridad alimentaria. Estas consecuencias afectan a Latinoamérica, donde la pesca es de vital importancia. Argentina, Chile, Ecuador, México y Perú se encuentran dentro de los 25 mayores países pesqueros del mundo, y se estima que en la región 2.5 millones de personas se dedican a la pesca.
Para dar atención a estos retos, una gestión pesquera transparente es imprescindible. Debemos partir de la premisa de que la transparencia es más que el simple hecho de publicar información; esta debe ser accesible, de fácil comprensión y ser útil para extraer conclusiones confiables. En los últimos años, Latinoamérica se ha puesto a la vanguardia en la implementación de iniciativas de transparencia en diversos sectores, no obstante, su priorización en el sector de la pesca es aún un tema pendiente.
Una tarea esencial en el marco de la transparencia es la definición de estándares de información. Para una gestión pesquera sostenible, se requiere de información mínima, en cuanto a los actores involucrados, procesos de gestión y manejo de recursos. Por ejemplo, es necesaria la información relacionada con el estatus de las reservas pesqueras, las condiciones y contenidos de autorizaciones pesqueras, información de embarcaciones pesqueras en gran escala y, en cuanto al sector de la pesca en pequeña escala, asimismo, debemos tener acceso a los acuerdos de acceso de pesca extranjera, y datos sobre subsidios y transferencias pesqueras.
La carencia o existencia de este tipo de información puede generar consecuencias en dos sentidos. En primer lugar, la falta de información posibilita malas prácticas que van en detrimento de la pesca sostenible, como por ejemplo la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, la sobrepesca, subsidios mal dirigidos, excesos en la capacidad de las flotas, sobornos a autoridades pesqueras, etc. Una característica de la transparencia, es que permite visibilizar acciones que de otra forma se encontrarían sumidas en el secretismo, permitiendo implementar medidas correctivas.
Por otra parte, la transparencia tiene múltiples bondades en la gestión pesquera, en adición a la prevención y detección de malas prácticas, ayuda a visibilizar a sectores que generan menor atención (ej. pesca en pequeña escala), y a impulsar procesos más democráticos a través de la participación de sectores involucrados, promoviendo un debate más informado y por ende impulsando decisiones públicas más efectivas. De igual manera, se ha comprobado que cuando los Estados y las empresas incrementan sus niveles de transparencia, se generan mayores niveles de confianza pública.
Luego de analizar elementos básicos de la transparencia y sus efectos en el sector de la pesca, en una próxima oportunidad trataremos aspectos prácticos, sobre cómo poner en acción a una estrategia de transparencia en el sector pesquero.
**Martín Zapata es Coordinador regional en América Latina de Fisheries Transparency Initiative (FiTI)