La descertificación del camarón, una oportunidad para la transparencia - Oceana México
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May 6, 2021

La descertificación del camarón, una oportunidad para la transparencia

 

La reciente pérdida de la certificación para exportar camarón mexicano a Estados Unidos es el “empujón” que necesitábamos para avanzar en la transparencia y sostenibilidad del sector pesquero y evitar que medidas como estas se repitan.  

Desde hace más de un año, Oceana junto con otras organizaciones de la sociedad civil, miembros del sector pesquero y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) iniciaron la redacción de una norma de trazabilidad que transparente el camino que recorre el producto pesquero, desde el barco hasta el plato de las y los consumidores; este proceso está detenido y hoy tenemos la oportunidad de desatorarlo.  

Esta norma permitirá contar con mayor transparencia en el sector pesquero, desde conocer el arte de pesca utilizado para capturar el producto pesquero, así como la fecha y el lugar donde fue capturado, hasta el medio de trasporte utilizado para llegar a los puntos de venta. Una norma de trazabilidad contribuirá a identificar qué productos pesqueros respetan las normas pesqueras y medioambientales, para así no meter todo el producto en la misma bolsa.  

La trazabilidad nos permitirá diferenciar el producto pesquero ambientalmente responsable, para que así pueda conservar su lugar en el mercado, sin tener que pagar las consecuencias por el incumplimiento de unos cuantos, como la situación que atravesamos hoy en día con el camarón. 

Continuar sin una norma de trazabilidad podría llevarnos a perder otros mercados internacionales, ya que es un requisito que cobra cada vez más importancia para acceder a importantes mercados como la Unión Europea y próximamente Japón, dos importantes socios comerciales para México en materia pesquera. 

 

El camarón mexicano es la joya de la corona por ser el principal producto pesquero de exportación. De acuerdo al Panorama Agrícola 2020, publicado por la Secretaría de Desarrollo Rural (SADER), México es el séptimo productor a nivel mundial y el camarón mexicano aporta 3 de cada 100 toneladas que se consumen en el mundo. 

El principal cliente del camarón mexicano es Estados Unidos, quien compra el 80% del producto que exportamos y hace unos días retiró a México la certificación para hacerlo debido a que detectaron que algunas embarcaciones no cumplían con el uso de dispositivos excluidores de tortugas (DET).  

De acuerdo con la plataforma Data México, este intercambio comercial en el 2020 representó un ingreso para México de 242 millones de dólares, equivalente a casi 5 mil millones de pesos mexicanos, casi cinco veces más que el presupuesto anual otorgado a la CONAPESCA para el año 2021. 

Para que esto suceda, miles de personas participan en la cadena de valor del camarón. Desde las y los pescadores que capturan el producto en nuestros mares, quienes transportan el camarón a las plantas procesadoras para ser congelado y empacado, así como quienes transportan el producto ya empacado y lo exportan, todos estos pasos representan empleos e ingresos para muchos hogares y familias.  

Este miércoles, la CONAPESCA informó que tras conversaciones con el país vecino se logró mantener la exportación de camarón de ribera,es decir, aquel capturado por embarcaciones menores que no utilizan red de arrastre. Para  cumplir con su parte del acuerdo y poder seguir exportando camarón de ribera, el gobierno mexicano tendrá que desarrollar una estrategia que permita identificar el crustáceo por su origen antes del 1 de junio.  

Sabemos que esta en una medida temporal, sin embargo, una norma de trazabilidad permitiría identificar a los productos pesqueros desde su origen, para así identificar los que cumplen con la normatividad y que éstos no pierdan espacios en los mercados.  

Hay un largo camino por recorrer, pero no podemos desaprovechar esta oportunidad para que la norma de trazabilidad avance con la velocidad que amerita la protección y promoción del sector pesquero, en beneficio de nuestros mares, las comunidades que dependen de él y los consumidores finales.