Que el plástico no te sea indiferente
Desde hace más de una década, la problemática por la contaminación plástica ha existido en las agendas de la ciudadanía, organizaciones ambientales y gobiernos. Los titulares, cada vez más alarmantes, nos recuerdan que es un tema vigente: desde el hallazgo de microplásticos en la Antártida hasta encontrar plástico en algunos alimentos e incluso en el aire que respiramos.
Pero cuando los nuevos descubrimientos y alcances dejan de ser noticias internacionales, pareciera que olvidamos el problema, el cual continúa propagándose sin necesidad de cobertura mediática. La contaminación por plásticos de un solo uso no debe dejarnos indiferentes.
Las fotografías explícitas de fauna marina siendo estrangulada por alguna pieza plástica no deberían ser el único recordatorio de la grave situación en la que nos encontramos. En los últimos años, la contaminación plástica ha creado nuevos frentes que deben ser atacados, uno de ellos es la contaminación por plásticos en el comercio electrónico.
El plástico innecesario que contienen los envíos de estas empresas está hecho del mismo material que las bolsas de plástico desechables. Actualmente existen 29 leyes en diferentes estados de la República que han hecho frente a la contaminación causada por los plásticos; sin embargo, el plástico en el comercio electrónico no está regulado lo que permite a la industria tomar ventaja para usar este material contaminante en el país.
Los consumidores no son responsables del plástico que utilizan las industrias que muchas veces no dan alternativas para evitar el consumo de plástico innecesario. Las empresas de comercio electrónico deben y pueden darnos esas opciones. Tal es el caso de Amazon Londres, donde incluso la ciudadanía como consumidores tiene la opción de elegir si quieren recibir plásticos en sus envíos.
Países como India y Alemania han prohibido el uso de plástico en el comercio electrónico, y las mismas empresas se han adaptado a las legislaciones del territorio. Es posible dejar de usar plásticos innecesarios, y no debemos descuidar este aspecto. Esperar al siguiente titular catastrófico no debería ser el detonante que nos recuerde la importancia de regular el plástico desechable para proteger nuestros océanos. ¡Que el plástico no te sea indiferente!