¡Tierra a la vista!
Mientras los equipos de buzos visitaban bajo el agua los arrecifes de Los Cayos de Campeche, en el Golfo de México, los demás tuvimos la fortuna de visitar uno de ellos en tierra. De lejos, podíamos ver estructuras de casas, un faro, zonas verdes y varias fragatas y bobos sobrevolando.
La llegada a tierra estaba enmarcada por una variedad de azules turquesas. Los rayos del Sol permitían ver con claridad el fondo sin ninguna dificultad. ¿Estamos en las Bahamas? Alguien mencionó.
No, esta es la grandeza del Golfo de México.
Pronto nos encontramos con tres pescadores, quienes nos contaron que estaban ahí en un viaje de pesca de 15 días en busca de canané (un tipo de pescado). Llegar hasta ese punto les había tomado todo un día de navegación en una lancha pequeña. Ellos nos relataron que la falta de pesca los obliga a moverse a lugares remotos.
Después de despedirnos de ellos -las únicas tres personas que vimos en el lugar- seguimos con nuestro camino.
Cada paso qué dábamos era información que recabábamos sobre el estado del lugar; avistamos nidos de distintas especies de aves y juveniles de bobo, por ejemplo.
Las sombras de la isla estaban plagadas de Coenobita clypeatus, una especie de cangrejo ermitaño. El Dr. Nuno Simões nos explicó a detalle que esta especie es importante debido al trabajo que realiza al alimentarse de la carroña que llega a las orillas.
Por su parte, Tere Luna, experta en tortugas contabilizó 30 nidos de tortuga de dos especies diferentes. Cerca de estos sitios encontramos cascarones, es decir, crías están naciendo en la isla.
Caminamos por encima de miles de pedazos de coral. La Dra. Mariana Reyna, científica de Oceana y líder de esta expedición científica, nos explicó que estábamos frente a un ejemplo vívido del funcionamiento de los corales: los corales son la primera barrera de protección contra la entrada de huracanes y tormentas. Dichos fenómenos pierden fuerza al chocar contra estas estructuras, mitigando parte de su impacto y los estragos que podrían causar.
La visita nos dejó claro que en este pequeño espacio convergen diferentes especies, lo que crea un ecosistema fundamental en la zona; sin embargo, las profundidades traerían sorpresas.
La Dra. Quetzalli Hernández anunció que lograron ver langostas que no habían registrado antes. De igual modo, en este último buceo, identificaron corales acroporas palmata o cuernos de alce, lamentablemente muertos.
El calentamiento del agua ha disminuido la presencia de estos corales. También son atacados por enfermedades, así como por el aumento de tormentas y huracanes que los fracturan. Son especies clave, indicadoras de salud en los arrecifes debido a que su estructura permite espacios de protección, alimento, guarderías; básicamente son los “fraccionamientos VIP” del arrecife.
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Este día el Sol cayó antes de lo esperado. Al final, nos reunimos para cenar mientras compartimos imágenes, notas y observaciones. Todavía nos quedan varios puntos por explorar y la esperanza continúa alimentando a todo el equipo.
Esperamos recibir mejores noticias en los días venideros.