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Los océanos en nuestra vida diaria

Arrecife en el Parque Nacional Bajos del Norte. © Oceana/ Carlos Aguilera

 

Descubre los tesoros marinos que nos rodean. Imagina por un momento tu rutina diaria: desde el momento en que te cepillas los dientes hasta que te acuestas a dormir. ¿Alguna vez te has preguntado cuántos de los productos que utilizas provienen de los océanos? La respuesta podría sorprenderte.  

Los océanos que cubren gran parte de nuestro planeta albergan una asombrosa diversidad de recursos que se han convertido en elementos esenciales de nuestra vida moderna, especialmente en las ciudades y en el sector de la salud. 

Empecemos por el baño. Muchos de los productos de cuidado personal que usamos a diario, como pastas de dientes, champús y cremas hidratantes, contienen ingredientes derivados de algas marinas, como los carragenanos  (Couteau & Coiffard, 2016). Estas sustancias no solo mejoran la textura y la eficacia de estos productos, sino que también ofrecen beneficios para la piel y el cabello. 

Arrecife en el Parque Nacional Bajos del Norte. © Oceana/ Carlos Aguilera

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Pero los océanos no solo contribuyen a nuestra belleza externa, sino también a nuestra salud interna. Muchos medicamentos que salvan vidas tienen su origen en los mares. Por ejemplo, el antiviral Vidarabina, utilizado en el pasado para tratar infecciones oculares, se deriva de una esponja marina, mientras que el medicamento para el dolor Ziconotida, usado en casos de dolor crónico severo, se basa en una toxina de un caracol marino (Jiménez, 2018; Lindequist, 2016). La investigación de organismos marinos como esponjas, corales y bacterias ha llevado al descubrimiento de numerosos antibióticos, antivirales y compuestos anticancerígenos. 

En la cocina, los pescados y mariscos como  camarones, cangrejos y moluscos son una fuente importante de proteínas y nutrientes en nuestra dieta (Hamed et al., 2015). Además, las algas marinas se han convertido en un ingrediente versátil en la industria alimentaria, desde helados hasta suplementos dietéticos (Wells et al., 2017). 

Los océanos no solo nos alimentan, también nos visten. Fibras derivadas de algas marinas se están utilizando en la fabricación de telas sustentables para ropa y otros textiles (Chiellini et al., 2019). Y no olvidemos las icónicas perlas, formadas dentro de las ostras, que adornan las joyas más exclusivas (Taylor, 2011). 

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Más allá de los productos tangibles, los océanos también contribuyen al avance de la ciencia y la tecnología. La famosa Proteína Verde Fluorescente (GFP), ampliamente utilizada en la investigación biomédica, fue descubierta originalmente en una medusa (Zimmer, 2009). Además, organismos marinos como erizos de mar, peces damiselas y calamares son modelos importantes en estudios de desarrollo embrionario y neurociencia (Liang et al., 2018). 

Estos son solo algunos ejemplos de cómo los océanos impactan nuestra vida diaria, incluso en las ciudades más alejadas de la costa. Desde la medicina hasta la moda, pasando por la alimentación y la investigación científica, los mares nos brindan recursos invaluables.  

Sin embargo, esta dependencia nos recuerda la importancia de proteger y conservar estos ecosistemas. La sobrepesca, la contaminación y el cambio climático amenazan la biodiversidad marina y, por extensión, nuestro bienestar.  

Es crucial que tomemos medidas para garantizar un uso sustentable de los recursos oceánicos, asegurando que estos tesoros marinos sigan beneficiándonos a nosotros y a las generaciones futuras. Después de todo, cada vez que usamos un producto derivado del mar, estamos conectados con la asombrosa riqueza de los océanos, un vínculo que debemos valorar y preservar. 

 

  Referencias: 

Chiellini, F., Morelli, A., & Cinelli, P. (2019). Perspectives on the use of algae-based polymers in the biomedical field. En I. A. Levine & J. Fleurence (Eds.), Microalgae in Health and Disease Prevention (pp. 391-415). Academic Press. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-817226-1.00025-0 

Couteau, C., & Coiffard, L. (2016). Seaweed application in cosmetics. En J. Fleurence & I. Levine (Eds.), Seaweed in Health and Disease Prevention (pp. 423-441). Academic Press. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-802772-1.00014-2 

Hamed, I., Özogul, F., Özogul, Y., & Regenstein, J. M. (2015). Marine bioactive compounds and their health benefits: A review. Comprehensive Reviews in Food Science and Food Safety, 14(4), 446-465. https://doi.org/10.1111/1541-4337.12136 

Jiménez, C. (2018). Marine natural products in medicinal chemistry. ACS Medicinal Chemistry Letters, 9(10), 959-961. https://doi.org/10.1021/acsmedchemlett.8b00368 

Liang, X., Xiao, Y., & Zhang, L. (2018). Investigating the utility of marine model organisms for neurological disorders. Marine Drugs, 16(10), 396. https://doi.org/10.3390/md16100396 

Lindequist, U. (2016). Marine-derived pharmaceuticals – Challenges and opportunities. Biomolecules & Therapeutics, 24(6), 561-571. https://doi.org/10.4062/biomolther.2016.181 

Taylor, D. A. (2011). Aquaculture: A pearl of an idea. Environmental Health Perspectives, 119(5), A202-A205. https://doi.org/10.1289/ehp.119-a202 

Wells, M. L., Potin, P., Craigie, J. S., Raven, J. A., Merchant, S. S., Helliwell, K. E., Smith, A. G., Camire, M. E., & Brawley, S. H. (2017). Algae as nutritional and functional food sources: Revisiting our understanding. Journal of Applied Phycology, 29(2), 949-982. https://doi.org/10.1007/s10811-016-0974-5 

Zimmer, M. (2009). GFP: From jellyfish to the Nobel prize and beyond. Chemical Society Reviews, 38(10), 2823-2832. https://doi.org/10.1039/b904023d