Recuperar arrecifes de coral a través del paisaje sonoro
BY: Oceana en México
Este 1 de junio se festeja el Día Mundial de los Arrecifes. Así es cómo los científicos utilizan el sonido de arrecifes sanos para ayudar a restaurar los arrecifes dañados.
Elegir el lugar adecuado para vivir no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Antes de empacar y llamar a la mudanza, es esencial estar seguros de nuestra elección. Es importante investigar aspectos básicos como el índice de delincuencia, la disponibilidad de áreas verdes cercanas, la escasez de agua o la presencia de vecinos ruidosos. Para las larvas de coral, el proceso es similar. Una vez salen al mundo, “nadan” en busca de señales, tanto biológicas como físicas, que les ayuden a encontrar su “hogar ideal”, el hábitat donde se asentarán y crecerán hasta convertirse en hermosos arrecifes de coral que servirán de refugio a miles de especies marinas.
Curiosamente, a diferencia de muchos de nosotros, las larvas de coral prefieren un vecindario bullicioso y lleno de vida. Desde su perspectiva, un arrecife de coral demasiado tranquilo no es una buena señal. Esto ha llevado a los científicos a encontrar una solución para hacer que los corales degradados y silenciosos sean más atractivos para las jóvenes larvas y así ayudar a su recuperación: utilizar altavoces submarinos que reproduzcan el “ambiente sonoro” que prefieren las larvas coralinas.
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Ritmo en el agua
“Los arrecifes de coral son hábitats acústicamente activos, con muchas fuentes variadas de sonido”, explica Nadège Aoki, del Departamento de Biología de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI), en Estados Unidos, en un artículo científico publicado en marzo pasado. Imagínese viviendo en las profundidades: los sonidos que producen cientos de peces, crustáceos y otros seres vivos al comer, nadar o esconderse entre las rocas, el eco de su movimiento rebotando contra el paisaje marino, los pastos marinos susurrando al son de las olas y las corrientes. Toda una melodía que grita “¡vida!”.
Un arrecife de coral que carece de este sonido de fondo es un foco rojo para las larvas de coral, que seguirán buscando un mejor sitio para vivir. No se les puede culpar. Solo durante esta breve etapa de su ciclo de vida tienen movilidad; luego quedarán fijas en el sitio que elijan. Esto pone en desventaja a las comunidades de corales dañados. Al perder su “ritmo natural”, son poco atractivas para las larvas de coral, esenciales para apoyar su proceso de recuperación y reposición, creando un círculo vicioso.
Esto puede cambiar si se incentiva a las larvas a quedarse y colaborar en la recuperación de estos ambientes dañados… incluso si para lograrlo hay que engañarlas un poco. Utilizando altavoces sumergibles, los investigadores del WHOI reprodujeron en ambientes deteriorados grabaciones de arrecifes en buen estado de conservación. Transmitieron estos sonidos saludables durante algunas noches. Al medir los resultados, los investigadores descubrieron que el número de larvas atraídas por el sonido de corales sanos aumentó casi tanto como si se tratara de un arrecife saludable y no de uno en problemas.
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Bajos del Norte: sonidos de esperanza
Esta estrategia de bajo costo podría sumarse a los actuales mecanismos de recuperación de arrecifes dañados, explica el director de la Campaña de Hábitats de Oceana en México, Miguel Rivas Soto: “Los arrecifes forman parte de la tridimensionalidad del océano. Esta tridimensionalidad permite que las ondas de luz y sonido reboten de forma particular y característica, ofreciendo una huella sonora que permite saber si un arrecife está empobrecido o saludable”.
“Mediante el uso de altavoces submarinos que reproduzcan estas huellas sonoras obtenidas de ambientes sanos, se atraerían y reclutarían animales que ayuden a acelerar el proceso de restauración. Es una idea ingeniosa”, comenta.
Si bien todavía hace falta más investigación para conocer la eficacia de esta propuesta, Miguel Rivas cree que podría ser un buen complemento a las estrategias de restauración ecológica de arrecifes que ya se usan en nuestro país, como la siembra de corales y el uso de arrecifes artificiales.
Además, señala que ambientes protegidos, como el arrecife del Parque Nacional Bajos del Norte y el Parque Nacional Arrecife Alacranes, en el Golfo de México, podrían funcionar como sitios donde se pueda registrar el sonido, gracias a que cuentan con un estado de conservación aceptable, y utilizarlos en sitios degradados.
Independientemente de si se usa para la restauración de otros arrecifes, resguardar sus sonidos “sería un buen registro de la memoria histórica de estos arrecifes en buen estado para la posteridad, buscando estrategias de conservación y restauración ecológicas futuras ante los desafíos que genera el cambio climático. Podrían grabarse para en el futuro, si se deterioran, poder restaurarlos”.
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Referencias
Aoki Nadège, Weiss Benjamin, Jézéquel Youenn, Zhang Weifeng Gordon, Apprill Amy and Mooney T. Aran, 2024, Soundscape enrichment increases larval settlement rates for the brooding coral Porites astreoides R. Soc. Open Sci.11231514 http://doi.org/10.1098/rsos.231514
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